Educar en la diversidad sexual, educar para la paz.

Por Psict. Adriana Romero


Psicoterapeuta Gestalt,
Arteterapeuta y
Asesora de la Crianza Respetuosa basada en Mindfulness

“Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz”. 

-María Montessori-

No hay ninguna persona que no quiera vivir en paz. Todas las personas se levantan cada mañana deseando sentirse seguras, tranquilas y caminar sin preocuparse por cómo serán tratadas en la calle, en sus trabajos, escuelas, etc.

A lo largo de la historia de la humanidad nos hemos relacionado con base en referentes culturales, y en ningún otro momento de la historia hemos estado tan conectadxs como ahora. Viviendo en México, podemos saber lo que hacen, cómo se visten, qué comen y cómo viven del otro lado del mundo ¡incluso en tiempo real!, el internet y las redes sociales han facilitado esta conexión y del mismo modo, han abierto la ventana a la multiculturalidad y la visibilización de lo que siguen siendo consideradas, minorías. En específico, de la diversidad sexual.

Esta ventana nos ha ayudado a todos a nombrar y dar un lugar a la diversidad sexual y con ella a la homofobia, transfobia y LGBTfobia que vivimos en la sociedad a lo ancho y largo del globo. La palabra fobia significa temor. Y cuando tememos a algo, lo rechazamos. Marie Curie dijo “Nada en la vida debe ser temido, solamente comprendido. Ahora es el momento para comprender más para temer menos”, y no puede ser más pertinente esta frase ahora. Si no conocemos y no hablamos abiertamente sobre diversidad sexual, seguiremos segmentando y dividiendo entre lo que es “normal” y lo que no. “La educación es la única solución” dijo Malala Yousafzai, y empieza por nosotrxs, lxs adultxs. Lxs niñxs pequeñxs no son homofóbicxs ni transfóbicxs, aprenden de la cultura estas conductas y creencias, a nosotrxs nos corresponde la noble tarea de desaprender para aprender a respetar y validar las diferentes formas de vivir de los seres humanos, así vivan del otro lado del mundo, o duerman en la habitación de al lado.

No hay nada más doloroso para un niño, niña o niñe, que sentir que sus padres/madres no les aceptan con su forma de ser, que no abrazan su existencia tal y como son. Lxs niñxs que son aceptadxs y validadxs desde pequeñxs, construyen sexualidades sanas, libres y respetuosas. Acompáñale a entender que no hay nada de malo en cómo se experimenta en un momento determinado, no hay nada “incorrecto” con su cuerpo, con la manera en la que se percibe a sí mismx ni con sus sentimientos, ayúdale a comprender que tanto la expresión de género, como la orientación sexual, pueden cambiar a lo largo del tiempo, no porque sea algo esperado, sino para que pueda sentirse segurx, en paz y amadx en cada paso del camino.

Un buen acompañamiento, una escucha atenta y una presencia amorosa es lo que necesitamos desarrollar para poder conocer a nuestxs hijxs y ser un lugar seguro para ellxs, porque padres/madres se lo transmitimos a lxs niñxs, ellos lo beben y lo integran para replicarlo en sus relaciones en otras esferas más allá del hogar. Si ellxs escuchan sobre diversidad sexual, normalizarán las diferentes expresiones de género, identidades y orientaciones sexuales de lxs demás. Y si escuchan que eso no es “normal” o es peligroso, generarán fobia y rechazo.

En el  Manual para Educar en la diversidad afectivo-sexualdesde la familia encontrarás información amplia sobre conceptos básicos sobre el tema que recomiendo ampliamente revisar, así como el Manual para niños.

“No hay camino para la paz, la paz es el camino” dijo Gandhi. ¿Qué hacemos entonces? ¿Cómo podemos nosotrxs mismxs aportar los elementos necesarios para vivir en una familia, una sociedad, un país y un mundo diverso y en paz? Un mundo en el cual todxs cabemos, todxs importamos, un mundo en el cual puedo vivir segurx y con tranquilidad.

  1. Habla de diversidad sexual con tus hijxs desde siempre y con naturalidad, no es un tema tabú ni debe esperar hasta que tenga “cierta edad”. La sexualidad es parte de nuestro ser, y así como hablas de sus manos y de su cabello, puedes hablar de sexualidad con ellxs.
  2. Escucha lo que tu hijx tiene que decir y preguntar. No te anticipes a dar opiniones o respuestas anticipadas, reconoce si hay ansiedad o incomodidad en ti, antes de hablar, sé honestx en tus respuestas y eso dará paso a una relación cimentada en la confianza, que es invaluable.
  3. Utiliza diferentes recursos dependiendo de la edad de lxs niñxs, los cuentos son herramientas indispensables para lxs más pequeñxs, y hay una gran variedad de material para lxs más grandes.
  4. Evita reír o compartir material, memes o “bromas” que involucren discriminación a cualquier forma de expresión de género, identidad u orientación sexual, y evita culpar o sentenciar si ellxs lo han hecho, en vez de esto, invita a la reflexión, facilitando que sean lxs mismxs niñxs quienes lleguen a conclusiones concientes.
  5. Acércate a grupos, literatura o terapeutas que puedan acompañarte en el camino de conocer sobre el tema. Pregúntate si hay sesgos importantes en tu sistema de creencias acerca de la diversidad sexual y amorosamente abre el corazón y la mente para aprender a tu ritmo y de la manera que sea mejor para ti.

 Si podemos crear estos ambientes de apertura y respeto en casa, estaremos abonando para una sociedad más armoniosa, respetuosa y colaborativa, en la cual podamos confiar en lxs demás, porque todxs deseamos que el otrx sea feliz, esté en paz y tenga bienestar en su vida. Nos damos cuenta de que “el otrx” es “yo”.

Educamos para la paz desde casa, de adentro hacia afuera, si comenzamos hoy, podemos dejarles a nuestrxs hijxs, más esperanza de un mundo mejor.

 

 


1 comentario


  • NATALIA

    Super necesario para las familias de hoy. Gracias Adriana!


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